diciembre 03, 2008

Pinches Dodecafonistas!

Hace un año me ví en la penosa tarea de escribir una pieza dodecafonica. La neta, la neta, estuve super entretenido como 5 horas frente a la pantalla haciendo un chinguero de cosas teoricas.
Haré una pequeña cabriola mental:
Imagine que le dicen que haga una palabra con 12 letras pero que no puede haber 2 vocales seguidas ni una vocal antes o despues de una consonate "(¿¡!?)". Lo que conseguiría, seria una palabra de 12 consonantes"(¿¡!?)".
A continuacion se le pediria que forme enunciados seccionando su palabra como usted lo prefiera utilizando su palabra al derecho o al reves y colocando las secciones como usted prefiera. Por ejemplo digamos que la palabra que formó es: fjkslrtypncw. El enunciado podria ser asi: fjk, slrtyp ncw. wcnpy trlskj f: pytrls "kjfwcn". "(¿¡!?)".
Ahora tiene que escribir un articulo de 3 hojas utilizando su palabra, teniendo cuidado de no seccionar su palabra 2 veces de la misma forma.

Al leer el articulo la pregunta obligada seria: ¿Que jijos de la chingada dijo este cabrón?. Pus no se, pero me costó trabajo escribirlo y ¡está entretenido! .
Bueno esa es la escencia del dodecafonismo.
Intente hacerlo y le aseguro que cuando acabe dirá: "¡Pinches dodecafonistas!, ¿A quién se le ocurrio esta mamada?."

Cuando terminé de escribir mi pieza dodecafónica, sentí una excesiva satisfacción, me levanté y le grité al bastardo de Arnold Shöenberg que me la había pelado. Despues le puse play a la grabación y me pareció escuchar como si estuvieran matando a un piano. (y al igual que con el ejemplo de la palabra, la pieza no dice absolutamente nada).
Me pregunto, ¿para qué chingados tanto trabajo, si de todos modos iba a sonar tan aberrante ruido?. El argumento de los "intelectuales" de la música es que este tipo de piezas son muy difíciles de entender. Me lleva el coño cada que escucho semejante locura. Si alguien me dice que la musica de Beethoven o de Bach no es igualmente difícil (si no es que más, pues tiene sentido) le diria que no mame.

Imaginese que yo escribo un libro con las reglas de arriba y luego me jacto de que es más complicado que El Quijote. ¿A poco no me patearía los huevos si me viera en la calle?.
Usted amigo intelectual podra decir: "este imbecil no entiende a Arnold Shoenberg".
Entiendo que es increiblemente difícil componer una pieza dodecafónica, pues me pase 5 horas, (¡5 horas!) en frente de una computadora haciendo una chingada serie de 12 notas, (si, 5 horas porque soy medio wey si desea verlo de ese modo).
Pero de que carájo me sirve entender lo difícil que es, si al poner a un gato encima de un piano el sonido es el mismo. Ninguna expresión, emoción ni ninguna otra característica Dionisiaca, pura teoría.
Tambien es difícil escuchar una pieza dodecafónica, asi como es difícil contar cuantas veces utilizé la letra "a" en esta entrada.

Pero bueno, seguramente muchos intelectuales de la música me dirán alguno de los argumentos bien elaborados y completamente racionales de: "estas chavo", "necesitas aprender más" o "algun día lo entenderas". Le ruego al Gran Dragón que nunca lo "entienda" o "aprenda" lo suficiente como para llamarle a estos ejercicios teóricos con la palabra Música.

Si algun dia usted se encuentra en la precaria situación de que le robaron el crucigrama o el sudoku que viene en el periódico, ¡no se preocupe!, haga una pieza dodecafónica, le aseguro que es entretenido. Pero eso si, cuando acabe y quiera que alguien la interprete, no espere escuchar Música, no espere escuchar algo bonito, vamos, no espere escuchar algo que tenga sentido!.
Tengo otra palabra para este movimiento y ese es "Dodecagonismo". (bueno a veces tambien le llamo "mamada")
Asi que: "Pinches Dodecagonistas y sus pinches mamadas!"
Atte
Mugsymiliano

2 comentarios:

Pancholira dijo...

Hoy vi en el periódico a una pintora que hace sus obras lanzando su orina al caballete. ¿Sería esto equivalente al dodecafonismo? Tal vez no porque no es difícil... ¿y si tuviera piedras en el riñón?

Erick dijo...

Inventaré un movimiento igual de pinche, pero menos parejo. Tendrá base en el trece y será el tridecafonismo, similar al dodecafonismo en toda la teoría, salvo en el hecho de tener base trece y de que al final, habráse de propinar al autor y creador del movimiento, una mamada. (Ya sabéis, por lo de "anda Manolo, dime trece...")